Realizar sólo aquello para lo que crees estar preparado física y mentalmente. Es una de las máximas de la gaditana Susi Sarrión, atleta VIATOR que desde hace años explora montañas realizando trail running. Una modalidad apasionante y diferente que merece la pena descubrir. La corredora nos da un primer consejo básico: “Es muy importante mirar al suelo para ver donde pisamos pero también al frente para así prever los obstáculos que vendrán”.
Una apasionada de la montaña que no se cansa de visitarla día tras día: “La montaña te ofrece sonidos con más encanto, el aire es más puro, los olores son bien distintos y el paisaje transmite más tranquilidad, todo está más sereno que en la ciudad. La montaña te invita a escuchar la naturaleza”. Descubre algunos los secretos del trail running:
Afrontar los desniveles
“Hay tres situaciones por las que casi todo novato del trail running pasa en algún que otro momento. Y confieso que yo también he pecado:
1- Nos frustramos cuando nos vemos obligados a parar de correr en las subidas y las acabamos andando.
2- Aprovechamos las bajadas para correrlas a toda pastilla viéndonos obligados a cambiar drásticamente de ritmo cuando llega el llano o la subida.
3- O bien frenamos excesivamente en las bajadas lo cual tiende a que los cuádriceps se sobrecarguen.
Las subidas requieren técnica pero también fuerza, algo que iremos consiguiendo con el tiempo y el paso de los kilómetros. Respecto a las bajadas, tu vista tiene que ser más rápida que tus pies, así se avanzará con más armonía. En definitiva, se trata de dosificar la energía para que el recorrido transcurra con más o menos fluidez”.
Entrenar la técnica
Correr por asfalto también requiere de técnica pero es evidente que la montaña es más compleja. De hecho, hay miles de vídeos en Internet que te explican la posición básica del cuerpo, las manos y las piernas en subidas y bajadas. Pero al final, esto es la teoría y después hay que ponerlo en práctica. Recomiendo realizar sesiones de fuerza que trabajen piernas, glúteos y core. Lo que está claro es que cuando más entrenemos más nos conoceremos a nosotros mismos y más trataremos el terreno”.
Un calzado adecuado
“Desde mi punto de vista el calzado es algo muy personal pero quizá lo más básico a tener en cuenta son la suela y la talla de la zapatilla. La suela debe ser bastante rugosa con un agarre que responda bien cuando estemos en marcha. En cuanto a la talla, siempre va bien que sea un número más grande a la nuestra habitual, algunos corredores usan incluso dos números más. Los dedos de los pies tienden a abrirse para que caigamos con más estabilidad por lo que ese espacio extra dará más movilidad y comodidad. Aún así, no nos libraremos de resbalarnos por el monte o acabar con alguna uña negra. Pero son señales de guerra que nos acompañarán durante muchos tiempo y ya está bien que así sea”.
Material, seguridad y clima
“Al empezar en un deporte siempre somos muy previsores y no queremos que nos falte de nada. Y como bien dice el dicho, más vale prevenir que curar, así que empezamos a llenar la mochila de diferentes cosas por si acaso. Pero tampoco nos obsesionemos. Al final, casi siempre todo se reduce a ir con agua o sin ella según haya o no fuentes por el camino, y llevar barritas, geles o alguna fruta. El móvil recomiendo llevarlo encima si hacemos un entreno de aquellos de “perderse un poco”.
“Cuando comienza a hacer frío, hay un sinfín de prendas de trail que podemos combinar como mejor nos convenga. Yo personalmente soy muy friolera y en épocas de frío o en alta montaña he llevado guantes, gorro, buff para la garganta, camiseta técnica, cortavientos y mallas largas. Otros usan la combinación de mallas cortas con perneras. Y si creemos que va a llover, llevar un chubasquero impermeable en la mochila siempre va bien. Y con calor, un protector solar 50 para la cara y 30 para hombros, brazos y piernas. A mí me encanta llevar un buff en la cabeza, que en invierno me tapa las orejas y en verano lo suelo empapar de agua y así me mantengo la cabeza fría”.
“Respecto mapas y GPS, yo me desentiendo bastante de todos estos dispositivos. Me gusta salir a la montaña simple y llanamente con el propósito de disfrutar, de sentirme más libre. Y al final del entreno, echar un vistazo al reloj y decirme: he hecho 20 km y no me he dado ni cuenta”.
Alimentación e hidratación
“Barritas, geles y fruta es lo más habitual y aconsejado, aunque hay muchos más alimentos también por utilizar. En entrenos largos yo suelo llevarme uno o dos barritas, sin una marca favorita ya que todas más o menos me gustan por igual. Si probáis un poco de todo y os gusta es una ventaja. Así no tenéis que preocuparos de qué barritas habrá en los avituallamientos de la carrera y tener que llevar algunas en la mochila, que no deja de ser peso y espacio de más”.
“La hidratación también es fundamental. Si ya de antemano sabemos que entrenaremos por rutas sin fuentes o bien vamos a hacer alguna ruta nueva y desconocida, hay que llevar agua siempre. Si se tienen dos bidones en la mochila uno incluso podría ir con bebida isotónica, para aportar al cuerpo los minerales perdidos que no nos aporta el agua. Recomendable también beber siempre a sorbos pequeños para evitar el flato mientras seguimos corriendo. Así también dosificaremos mejor el líquido mientras dure el entreno”.