Corría el año 2007. El triatlón vivía una auténtica explosión de popularidad en todo el mundo, siendo en nuestro país uno de los deportes con mayor crecimiento de licencias federativas por aquel entonces. Gracias a él muchos comenzamos a conocer qué era un Ironman, situándolo en el imaginario colectivo de la gente de a pie como la prueba de las pruebas, el culmen deportivo…Pero no, ni mucho menos. Él quiso dar un paso más allá, y consciente o inconscientemente se convirtió en el pionero; Josef Ajram se convertía en el primer español en participar en el Campeonato del Mundo Ultraman de Hawaii.
Las distancias de las que se compone hablan por sí solas:
- 1er día: 10 km de natación + 145 km de ciclismo
- 2º día: 276 km de ciclismo
- 3er día: 84 km de carrera a pie
Después de 4 participaciones consecutivas, el Ultraman quedó relegado de la agenda del barcelonés de manera indefinida durante unos años en los que se volcaba en otro tipo de pruebas y proyectos profesionales paralelos.
Diez años después del último, Josef Ajram se presentaba en la línea de salida de la edición 2019 el pasado 29 de noviembre, en una edición especial que celebraba el 35º aniversario de la mítica prueba.

Día1:
Sin duda, el día más temido. De sobra es conocida la animadversión de Josef por nadar en aguas abiertas, lo que se manifiesta nada más empezar, a los 200 metros, en los que sufre un pequeño ataque de pánico. Tras la vuelta a la calma, el paso de los kilómetros y la inestimable ayuda y guiado de los voluntarios subidos a los kayaks, logra acabar el segmento de natación sin mayores contratiempos. Pero el día no había terminado…
Tras enfundarse su equipación de ciclismo Viator Bernia, se dispone a superar la 2ª parte de la 1ª etapa, con sus 145 km, y en los que desde el principio se debían superar cotas de hasta el 17% de desnivel positivo. Y aparece el primer problema; el cambio trasero no responde, lo que le obliga a utilizar desarrollos no aptos para algunos tramos, en los que tiene que poner pie en tierra y realizarlos caminando. Kilómetro a kilómetro y pinchazo tras pinchazo, consigue por fin llegar a línea de meta.
Día 2:
Nada más y nada menos que 275 km y 2500m+ de bicicleta quedan por delante, por lo que va a ser un día largo.
La etapa comienza con una bajada de unos 30 km que precede a un terreno totalmente rompepiernas, con constantes subidas y bajadas, pero que se digieren mejor gracias a las espectaculares vistas del entorno. De hecho, durante toda la jornada se encontrará con los diferentes paisajes que se pueden ver en la isla: desérticos, selváticos y volcánicos. ¡Un paraíso en la Tierra!
Habiendo superado en el tramo final un puerto provisto de 1000m+, y su posterior bajada peligrosa, Josef consigue llegar a meta en 5ª posición tras 9 horas de pedaleo, y una gran media de 30 km/h.

Día 3:
Último día. 2 maratones seguidas. O todo o nada.
Para la ocasión elige la camiseta de tirantes Promax, buscando una prenda ligera y transpirable que le ayude a superar las altas temperaturas y la altísima humedad de la isla.
Los kilómetros van pasando, pero en el 28 se vislumbra la hecatombe. Josef padece una crisis enorme, prácticamente se considera fuera de carrera, sin cabeza ni piernas para culminar el reto. Pero tras andar 5 km y resetear por completo, de repente le viene a la mente aquel Informe Robinson en el que decía la famosa frase de “esto es maratón y pan comido”. Los ánimos y la fuerza van volviendo paso a paso, zancada a zancada…y de nuevo se encuentra corriendo.
Línea de meta. Éxtasis. Lágrimas. Todo, absolutamente todo el sufrimiento padecido estos 3 últimos días meren la pena solo por esto.
A pesar de la crisis sufrida, la remontada ha sido tal, que finalmente consigue su mejor marca personal en doble maratón, y una fantástica 5ª plaza en la clasificación general final. Pero nada de ello más importante que la experiencia vivida, otra más, para el recuerdo.
No te pierdas el pequeño documental que narra esta historia:
Fotos: Sebas Romero